Y como siempre, llega el momento de las despedidas. Prometí no llorar, y no lo hice. (¡Bien por mí!)
Las últimas horas juntas las aprovechamos haciendo las maletas, las últimas compras y cenando en el habitual Manekin: crêpes de todos los gustos y sabores.
Para relajarnos unas cervezas y tés...
... y otras cervezas y alguna hasta algún chupito...
... y ahora sí, la #PolskiDespedida...
¡Mierda! Ahora sí que estoy llorando...
Gracias chicas por vuestra visita. Nos vemos muy pronto. ¡Os quiero!
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