El viernes por la mañana, a diferencia del día anterior que siguió lloviendo como el miércoles, salió el sol, de hecho hacia hasta una temperatura agradable, unos 23 grados.
Por la mañana no quedó otra cosa que hacer que transacciones y algo de papeleo.
Comenzamos por ir a buscar la tarjeta de transporte de Yago. Había 3 trabajadores en una oficina que era del tamaño de una caja de zapatos, solo uno atendía y había como unas 6 o 7 personas delante nuestro. El problema no fue la espera (40 min ya es algo normal) el problema fue que la señorina no entendía ni papa de inglés y cuando procedemos a pedir a unos jóvenes adolescentes que nos sirvan de traductor, jóvenes que ya se habían ofrecido anteriormente, uno de los otros trabajadores empieza a hablar a toda carrera en inglés y fue como: wtf?
Tarjeta en mano nos dirigimos a adquirir otra tarjeta, la SIM del teléfono, pero antes llenamos el buche con una salchichorra con cebollita crujiente y pepinillo por unos 6pln, osea unos 1,44€.
Vamos hasta el centro comercial y unas chicas muy amables nos explican donde está la oficina de Play, la compañía que a todos nos han recomendado. Yo ya había comprado una SIM por 5pln en un super y no la supe configurar. Solo quería que me la configurasen. Entré decidia y la dependienta no sabía inglés. Horror. Esperé. Llegó un dependiente. No sabía inglés. Horror estadio 2. Y para solucionarlo, como si de un mimo se tratase le empecé a a "explicar" que no podía ponerla en mí teléfono. Finalmente nos entendimos. Me dió otra tarjeta y el recargo. Un sol de chico. "Enjoy Poland" nos dijo. Agradecimiento nivel infinito.
Y ahora llegó la calentada del momento: ir a la oficina de turismo a preguntar para alquilar una bici y dar una vuelta. Conseguimos hacer el alquiler de las bicis públicas de Poznan (ya os contaré la odisea en otro momento).
La escena era de lo más verano azul. Fue una vuelta de unas 2 horas y media genial. Y nos fuimos a dar un paseo.
(Dos minutos después de hacer esta foto, pasó el tren. He vuelto a nacer)
Finalmente llegamos a nuestra meta: el lago de Malta.
Después de dar una vueltecilla por el lago, y sacarnos unas foto super posturetas, a Yago se le ocurrió subir en una "montaña rusa". El viaje cuesta 7pln, es en cochecito individual y controlas tú la velocidad, la verdad que está gracioso para hacer una bajadita.
Por último, ya cansadines, nos volvimos al centro y dejamos las bicis. Apenas eran las 6 de la tarde así que fuimos a dar un paseo, cenar y aquí me tenéis escribiendo el post antes de irme a dormir.
Mañana más, pero no creo que mejor.
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