Efectivamente, el Erasmus está llegando a su fin y para llorar todos juntos nos reunimos en una cena de gala muy emotiva el pasado viernes 12.
Al igual que en enero, la gala se celebró en el Piano bar donde a parte de cenar en compañía de la gran mayoría de estudiantes Erasmus de mi universidad, pudimos compartir las primeras lagrimillas con los distintos discursos y disfrutar de la entrega de diferentes galardones a categorías tales como mejor pareja, mejores amigos, el más cotilla o el bufón del grupo.
La verdad es que estaba tan cómoda y a gusto que no saqué fotos.
El recuerdo de este Erasmus y el de esta cena, los guardaré siempre en mí corazón.
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