The Big Bus Tryp II: Tallin

Domingo 12

06:55, Tallin. Es pronto, muy pronto, y ya estamos en Tallin. Necesitamos desayunar, con calma, hay tiempo y después ya iremos al 16eur - Old Town Munkenhof, donde nos alojamos. Cuando llegamos al hostel, dejamos las maletas, nos hacemos con un mapa y nos vamos a patear la ciudad, que parece desierta. 

Cabe recordar que en estos países una de las religiones mayoritarias es la de la Iglesia ortodoxa y para aquellos que no lo sepan, el Día de Pascua, para dicha institución es una semana después que para la Iglesia católica. Y adivinad que día es hoy... ¡Tachán! Nuestros miedos de que todo esté cerrado empiezan a aflorar. 

Finalmente, la ciudad despierta, y nuestro estómago también, así que haciendo caso a nuestro mapa, nos vamos a un restaurante medieval, donde el precio de los platos oscila entre 1 y 3 euros; solo hay sopa, salchichas y empanadas; no hay cubiertos, la sopa la bebes del cuenco directamente; no está permitido hacer fotos con flash y puedes pescar pepinillos de un barril...GRATIS!

Sublime. No hay más que decir. El resturante se llama III Draakon y queda en el edificio del ayuntamiento, en la plaza central. 100% recomendado.

Y después, a pasear la comida...

Y como no, aun no saliendo del hostel, nosotros tenemos un poco de fiesta...

The Big Bus Tryp I: Vilna

The Big Bus Tryp: 

3 ciudades, 3 países, 3 idiomas, 6 días, 6 amigos, más de 40 horas en bus y más de 500 fotos.

Esta es la descripción perfecta de nuestro viaje, pero para saborearlo detenidamente, vayamos paso por paso: 

Jueves 9

23:35, Poznan. Cogemos el polskibus (como no) de camino a Varsovia. 

Viernes 10

 04:30, Varsovia. Acabamos de llegar a la capital con 30 minutos de adelanto. Tenemos que esperar al siguiente bus. 

06:00, Varsovia. Cogemos el segundo polskibus que nos llevará hasta Vilna, capital de Lituania, el país más sureño de los bálticos. 

15:00, Vilna. Al fin hemos llegado, reventados sí, pero con ganas. Aparcamos las maletas en el Downtown Forest Hostel & Camping, a 10 minutos a pie del centro de la ciudad, en un lugar tranquilo, al lado del río. El rollito hippie nos encantó. 

Después, vuelta de reconocimiento, fotos y primeras compras de recuerdos. 

Y por supuesto, esta noche se sale...

 

Sábado 11

9:30, Vilna. Ya toca diana, recoger, guardar maletas y a la calle a pasear. Hace un día genial, somos jóvenes y guapos, estamos cargados de energía ¿qué más se puede pedir? 

22:30, Vilna. Y volvemos al bus, cambiamos de compañía, Simplexpress nos llevará hasta Tallin, capital de Estonia, del sur de los bálticos al norte de los mismos. Ahí va nuestra segunda noche en bus. 

Una visita muy especial y viaje a Cracovia

Yo ya estuve en Cracovia en mayo, pero me apetecía ir otra vez, además, no quería quedarme sola, pues todos mis amigos se iban, precisamente a esta ciudad. Si a eso le añadimos que me vinieron a visitar desde España, ya tenía la excusa perfecta para volver a la que es considerada, la ciudad más bonita de Polonia. 

Llegamos el viernes por la noche, debido a ciertos retrasos de los PolskiBus, sí, yo creía que nunca venían con retraso hasta que nos hicieron perder el tren. Así que fuimos al hostel a dejar las maletas. Nos alojamos en el Hostel Faust, está situado en el pleno centro, a 3 minutos andando de la plaza principal.  Está tan céntrico que solo tuvimos que bajar al portal y en la facha de enfrente ya teníamos la primera parada: Pijalnia, sopa, cerveza y chupitos para empezar la noche y quedarnos de chachara hasta las mil. 

El sábado se presentó capricho en cuanto al tiempo: que si sol, que si viento, que si nieve, que si granizo... pero no por ello nos echamos para atrás, nos fuimos de Free tour. Estoy contenta, es el segundo tour que hago. Salen todos los días desde la Basílica de María de la plaza principal, a las 10,30 en castellano y es un recorrido completo por el centro de la ciudad de 2,5 horas. Muy recomendado. 

Después de comer en el centro, nos fuimos a patear al barrio judío. Y aquí os dejo las fotos...

Cómo no, el sábado también salimos y como marca la tradición, empezamos en Pijalnia. Y como prueba de ello, la foto: 

El domingo, no había mucho que hacer, además tampoco teníamos mucho tiempo. Nos centramos en descansar y desayunar en uno de los pocos sitios que estaban abiertos, pues al ser Pascua, la gran parte de comercios estaban cerrados.